EXCESO DE GRASA Y OVARIOS

OBESIDAD FEMENINA

El sobrepeso y la obesidad directamente influyen en el funcionamiento de muchos órganos y sistemas del cuerpo humano.  Dentro de estos órganos afectados se encuentra el ovario.  El ovario durante la edad fértil que va desde la primera menstruación hasta la menopausia, produce dos hormonas importantes: estrógenos y progestágenos.  Estas dos hormonas son fundamentales para la maduración de los óvulos, la ovulación, los ciclos menstruales regulares y la posibilidad de embarazo.

Estas dos hormonas, así como la función de los ovarios, se ven afectados por ambientes hostiles, producidos por otras sustancias.  Una de ellas es la insulina en exceso.  Todos producimos insulina y esa es la razón de tener los niveles de azúcar normales. Pero hay ciertos casos en los cuales la insulina se encuentra en exceso y esto afecta la función de los ovarios, llevando a la falta de ovulación, ciclos irregulares y aparición de múltiples quistes en los ovarios. El exceso de grasa en el cuerpo, manifestado como sobrepeso y obesidad, producen algo que se llama resistencia a la insulina.  Es decir, la insulina se produce de forma normal, pero debido a que los tejidos en los que tiene que actuar no la reconocen por el sobrepeso, entonces se acumula en la sangre.  La acumulación de la insulina en la sangre lleva a unas manifestaciones evidentes en la piel, en los ciclos menstruales y en los ovarios:

  • Coloración negra o café oscura en la cara interna de muslos, axilas, cuello
  • Exceso de vello en donde normalmente no hay
  • Engrosamiento del vello en piernas y brazos
  • Aparición de carnosidades en cuello, tórax y espalda
  • Aparición de múltiples quistes en los ovarios
  • Falta de ovulación lo que lleva a la dificultad para quedar embarazada
  • Ciclos irregulares o incluso la falta de menstruación

Existen múltiples medicamentos que podemos usar para mejorar la resistencia a la insulina; pero al momento de suspenderlos si no se ha bajado de peso, reaparecen todas estas manifestaciones.  Por esto el tratamiento integral a parte de los medicamentos incluye cambios en los hábitos alimenticios, inicio de actividad física regular para controlar el peso.

Bajar de peso, no debe estar asociado a “aguantar hambre”.  Se tiene que ligar a comer bien, de forma saludable.  Alimentos que nos satisfagan y que a la vez sean benéficos para nuestro cuerpo.

La invitación en el caso de presentar algunos de los síntomas y signos anteriormente descritos primero es consultar al médico para recibir una orientación, e iniciar cambios de vida como comer sano incluyendo frutas, verduras, granos integrales en su alimentación.  Dejando de lado los azucares, fritos y el exceso de harinas.  Todo esto acompañado de actividad física regular.

Miryam Adriana Gómez Meneses
Médico especialista en Ginecología y Obstetricia